Monster Hunter Wilds, ya ha llegado. La nueva entrega de una de las franquicias más laureadas de Capcom vuelve a demostrarnos el buen hacer del equipo nipón. Monster Hunter Wilds, no sólo supone el regreso de la saga con un título desarrollado específicamente para las consolas de la actual generación y PC, sino que es una continuación de lo que pudimos ver en World. Esto significa que estamos ante un proyecto muy ambicioso y que tenía un listón muy alto que superar.
No obstante, desde que pudimos probarlo en la pasada Gamescom, nos quedó claro que el equipo tenía mimbres más que suficientes para enfrentarse a este reto. Mecánicas nuevas, historia más profunda y como no, más y más monstruos a los que cazar. Con todo esto, llegamos hoy a la versión final de esta aventura. Y te adelanto desde ya que, para mí; Capcom lo ha logrado.
RE Engine vuelve a la palestra
Monster Hunter Wilds, sigue la estela de Rise y vuelve a hacer uso de RE Engine, el motor diseñado específicamente para la saga Resident Evil, pero, que ha dado el salto a muchos otros títulos. En este sentido, hemos visto resultados sobresalientes como el caso de Rise u otros más problemáticos como el más reciente Dragon’s Dogma 2. El empleo de este motor gráfico en escenarios abiertos trae consigo problemas de rendimiento en muchos casos. En la versión que hemos analizado para Xbox Series X, tenemos la posibilidad de elegir tres modos de rendimiento. En nuestro caso, hemos disfrutado de la aventura en modo equilibrado sin apenas problemas de rendimiento. Disfrutando de una calidad gráfica espectacular tanto en los escenarios como en los personajes y monstruos.
Asimismo, Capcom ha aprovechado el potencial de este motor gráfico para dar un mayor protagonismo a sus personajes y contar una historia sorprendentemente buena tratándose de un Monster Hunter. En Wilds visitaremos las Tierras Prohibidas, una vasta región inexplorada que el gremio de cazadores consideraba inhabitada. La historia comienza cuando un niño llamado Nata es encontrado cerca de esta zona. Él proviene de una comunidad conocida como los Guardianes y relata que su aldea fue atacada por un monstruo misterioso llamado «Espectro Blanco». De esta forma comienza nuestra historia, junto con grandes personajes como Alma nos adentraremos en un mundo inmenso repleto de biomas, monstruos y muchos pueblos que descubrir. Es importante mencionar que el juego viene doblado perfectamente al castellano, lo que nos ayudará a sumergirnos aún más en la aventura. Adicionalmente, la banda sonora que nos acompañará durante la aventura contará con un resultado más que notable.

Me ha gustado mucho el esfuerzo depositado por el estudio para crear una conexión más profunda entre el jugador y el gremio. Gracias a la importancia que cobra con la historia y sus cinemáticas. Muchas veces estaremos deseando escuchar a Alma decir «el gremio autoriza esta cacería».
Naturaleza en estado puro
Ya en World, Capcom hizo especial hincapié en crear biomas que se sentían vivos. Gracias a sus monstruos pequeños y grandes, creaba un ecosistema que funcionaba a la perfección. Podías ver como los jagras cazaban en manada o como cada monstruo grande intentaba defender su territorio. En Monster Hunter Wilds, se puede ver una evolución brutal de este concepto. Contando con una fauna mucho más numerosa, tanto por variedad como por cantidad de criaturas que aparecen en pantalla. Sus comportamientos se generan de forma mucho más orgánica. Algo similar a lo que ocurre en el tan querido Rain World.
Esta recreación de ecosistema se repite en cada uno de los biomas con los que cuenta el juego. Desarrollando de esta forma, escenarios que se sienten completamente vivos. Además de esto, cada uno de los biomas está repleto de secretos y detalles que iremos descubriendo en cada visita. Para explorarlos, el juego nos presenta al Seikret, una poderosa montura que recuerda a los chocobos y que será nuestro fiel compañero durante toda la aventura. El Seikret no sólo cambia la exploración y el farmeo del juego, sino que, afecta directamente al combate.

Desde nuestra montura podremos tomar pociones, afilar nuestra arma o incluso acceder a un segundo arma que tengamos preparada. Esto último es un cambio revolucionario dentro de la franquicia. Poder contar con dos armas en cualquier momento de la cacería hace que podamos adaptarnos al combate con una mayor facilidad. En mi caso por ejemplo, he pasado gran parte de la aventura con la lanza pistola como arma principal y el arco como arma secundaria, variando dependiendo del tipo de monstruo.
Combate frenético y mejorado
Esta nueva posibilidad no ha sido la única novedad que ha recibido el sistema de combate. Desde un principio se nos presentó una nueva mecánica que ha tenido un impacto brutal en la jugabilidad; las heridas. En Monster Hunter siempre hemos podido romper las diferentes partes del monstruo o incluso cercenar la cola de las grandes bestias. Sin embargo, siempre he sentido que el impacto que esto tiene en el combate es bastante pobre, más allá de influir en el posterior farmeo de ítems. Ahora, las heridas sí que tienen un impacto real y directo en el combate.
A medida que el monstruo reciba golpes aumentará la posibilidad de que aparezcan heridas. Una vez que la criatura cuente con heridas tendremos dos posibilidades, o bien cerrar la herida pulsando LT y desbloqueando una habilidad única para ello o por el contrario cerrarla a golpes. La primera opción genera animaciones únicas que podrán en muchas ocasiones tumbar al monstruo. Además de esto, conseguiremos partes de la criatura dependiendo de donde se encuentre dicha herida. Este sistema influye muchísimo tanto en la selección de armas como en las cacerías multijugador. Si el monstruo está muy activo podremos frenarle cerrando estas heridas con armas a distancia o incluso podremos frenar su huida. En general creo que estamos ante una de las grandes novedades de la saga y que se ha implementado a la perfección.

De igual forma, aunque no se han añadido nuevas armas, todas cuentan con grandes mejoras. Las armas más lentas como el martillo han sumado a su arsenal nuevos movimientos que la convierten en un arma más ágil. Esto es aplicable a la gran mayoría. Además de que se han sumado nuevos eventos de combate como los forcejeos, los cuales ocurren tras varios bloqueos perfectos.
Monstruos, misiones y duración
Monster Hunter Wilds, ha traído consigo a un buen número de nuevas criaturas para la franquicia. En general se sienten muy bien, contando con grandes diseños e incluso con mecánicas muy innovadores como la creación de olas para desequilibrar al cazador. Igualmente, tal y como es costumbre en la saga, tendremos de vuelta a criaturas clásicas y viejos conocidos, aunque adaptados a la nueva jugabilidad.
Asimismo, el juego cuenta con una duración bastante buena para tratarse de un título que como bien sabemos recibirá contenido constante durante mucho tiempo. No obstante, su modo campaña durará alrededor de las 15 horas en su rango bajo, llegando a las 25 si completamos el rango alto del mismo. Una duración más que adecuada, ya que, la gracia de la saga es el grindeo constante para conseguir mejor equipamiento, lo cual sí que nos llevará muchísimas más horas. Ahora bien, esto último quizás lo he sentido un poco menos interesante que en otros juegos de la saga. Esto se debe principalmente a su dificultad.

A pesar de que estamos ante un debate que es muy recurrente en la industria, creo que, existen títulos a los que afecta muchísimo el ajuste de la misma. En este sentido, me he encontrado que Monster Hunter Wilds es verdaderamente sencillo, esto no es un gran problema, puesto que, el juego sigue siendo divertísimo. Pero, sí que afecta a una mecánica esencial de la franquicia, la gestión del equipamiento. Al ser tan sencillo, incluso en rango alto, rara vez tendrás la necesidad de revisar tu equipo, de buscar materiales o de conseguir nuevos adornos con los que hacer frente a ese gran monstruo. Aquí ese desafío aún no ha llegado. Estoy seguro de que llegará próximamente, pero, en el momento de este análisis siento un ligero vacío al no toparme con un reto que me obligue a mejorar mi equipo. Durante mi partida he finalizado todas las misiones de rango alto sin apenas mejorar mi equipo, e incluso contando con piezas de rango bajo. Algo impensable en sus antecesores, más aún contra monstruos curtidos.
En definitiva Monster Hunter Wilds…
Con todo esto, creo que, Monster Hunter Wilds tiene el potencial de convertirse en el juego definitivo de la franquicia. Su calidad gráfica, su fantástica banda sonora y sus nuevas mecánicas jugables hacen que estemos ante uno de los mejores juegos hechos por Capcom. En sí, todo funciona a la perfección, la única pega posible que he encontrado es su dificultad y la ausencia de un reto mayor que me haga mirar con lupa mi build, buscar nuevas piezas de equipamiento y adaptarme a la cacería. No obstante, sé que el equipo nipón no tardará en ponernos sobre la mesa nuevos desafíos.
Desde aquí agradecemos al equipo de PLAION España el código que nos ha permitido realizar este análisis.
Acerca del autor
Psicólogo amante de los juegos cooperativos, el RPG y de disparar a todo aquello que se mueva.